Estimados hermanos y hermanas,
Hace escasamente unos meses me dirigía a vosotros por primera vez como vuestro hermano mayor por este mismo medio. Y lo hacía entonces con el anuncio de una pronta renovación precisamente de esta página web.
Os anunciaba una profunda transformación digital de nuestra Corporación. Desde entonces hasta hoy, muchas cosas han cambiado en nuestro mundo. Nada nos hacía pensar que la transformación digital que os anunciaba y que ha sido firme convicción de esta Junta de Gobierno, nos iba a llegar de forma obligada, sin que quepa ninguna alegación.
La situación de emergencia sanitaria que hemos vivido y que nos ha obligado a permanecer en nuestros hogares, no ha hecho sino acelerar el proceso que habíamos emprendido y que ahora culmina en uno de sus más importantes hitos, nuestra nueva web.
Hemos potenciado la comunicación digital con nuestros hermanos a través de las redes sociales y la lista de difusión de wasap. También hemos creado un nuevo canal de youtube de nuestra Hermandad, donde vienen retransmitiéndose por “setraming” nuestros principales cultos y actos.
El espíritu de la nueva web es acercar lo máximo posible al hermano con su hermandad, en tiempos de pandemia o de normalidad. Si bien hemos incorporado un interesante reportaje fotográfico, con una cuidada selección de fotografías de nuestras Imágenes –también en el ámbito digital lo más importante que tenemos- y que será convenientemente actualizado, no buscamos una web que se asemeje a un museo. Buscamos y encontramos un auténtico enlace con las diversas áreas de la hermandad, siempre a disposición de sus hermanos.
Concluye el presente curso. No puedo esconder que ha sido largo y difícil. Pero en el carácter optimista de una Hermandad que sigue a Cristo Crucificado me amparo y miro al nuevo que comenzará en Septiembre, plagado de Cultos y actividades que serán debidamente anunciadas y analizadas a través de esta nueva web. Espero que disfrutéis ahora de esta nueva herramienta y a partir de Septiembre del nuevo curso.
Recibid un fraternal abrazo.
José María Carnero Salvador